No esta solo, esta bailando con su voluntad, peleando contra su miedo y superando su admiración.

Estoy cansado. No es una metáfora, ni una exageración, tampoco un acertijo. Ciertamente estoy cansado.
En la niñez el individuo aventura en su mente grandes hazañas al rededor del mundo. Algunos años más tarde, ya recorrida la expectativa, el mayor anhelo de ese mismo niño es poder conciliar el sueño en paz. Aunque el pasar de los años haya ensanchado su espalda, aumentado su estatura, agravado su voz, no podemos asegurar con total seguridad que condiciones convierten a alguien en un hombre, el niño seguirá ahí presente, pues nadie vive demasiado para dejar de aventurar grandes hazañas como hoy es mi anhelo: poder conciliar el sueño.

Te digo adiós, y acaso te quiero todavia.
Quiza no eh de olvidarte, pero te digo adiós.
No se si me quisiste.. No se si te queria..
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.
Este cariño triste, apasionado y loco, me lo sembre en el alma para quererte a ti.
No se si te ame mucho.. No se si te ame poco.
Pero si sé que nunca volveré a amar así.
Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo, y el corazon me dice que no te olvidaré; pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo, tal vez empiezo a amarte como jamas te amé.
Te digo adiós, y acaso con esta despedida mi mas hermoso sueño muere dentro de mi..
Pero te digo adiós para toda la vida, aunque toda la vida siga pensando en ti..

Perdóname si te maldije antes de llorar tu pérdida.
Más la ira por la cuerda que ataste a tu garganta, desató en mi la reaccion de odiarte.
Me arrebataste de ti, cortaste aquel lazo que juraste inquebrantable y no crei que fuera a perdonarte.
Pero no duro de pié mi enfado ante el peso del dolor.
Y aunque sepa que ya no podras leerme, te pido perdón.
Perdoname por no despedirme, Perdóname por creer que no te despediste.. !Perdóname por maldecirte!

He llegado a un punto de mi vida donde no encuentro salida a la depresión y la melancolía me han consumido a tal punto donde solo quiero que mi corazón deje de latir, no veo luz en las mañanas, solo quiero huir, huir lejos

Finaliza un año, pronto aquella nostalgia que te embargaba con su proximidad se convierte en ilusiones fijadas en un supuesto comienzo. "Nuevos" meses llegan junto al hecho de que las metas expiran el tiempo limite fijado. Así hasta que, otro año finaliza, el ciclo constante y repetitivo vuelve a comenzar..
Sin notarlo, estas ya sentado en un cuerpo consumido por la vejez recordando todos los objetivos incumplidos, con la esperanza ya perdida en el pasado. Hoy, todo lo añorado es inalcanzable, te imposibilita tu actual estado y el corto tiempo que te queda para observar la vida. No tiene caso aferrarte; La muerte ha llegado tarde, los remordimientos te han matado antes..

La escritura para mi, es una terapia a la cual recurro a menudo, porque no tengo a quien contarle estos problemas, sin embargo, tengo la esperanza de que, mediante estos alaridos gritos que escribo, alguien me vea, me abrace y me salve.

Me da un poco de vergüenza, saber que, yo aún estoy muriendo por aqui, entre letras que escribo para ti, y tú allá, muriendo de amor por alguien más.

Te sigo esperando en aquella incertidumbre en la cual me dejaste, pensando en si tu amor era o no real.

Nunca debi decirte lo que significabas para mí.

Lo que a ti te dio igual, a mi me dolió hasta el alma.

Que dificil es decidir cuando tu mente te dice "RENUNCIA" pero tú corazon te pide a gritos un ultimo intento.

Escribía para (sobre)vivir,
pero últimamente ya no sé si quiero.
Mis poemas tienen agujeros,
y mis versos ya no riman.
La poesía ya no me consuela;
me despide, se despide.
Como si supiera
que ya todo está acabándose.
Y yo le pido un único deseo:
Recítame, por última vez.

Jugamos con fuego
y yo me quemé.

Pero,
¿Te cuento un secreto?


Me gustó arder.

El tiempo pasa y nada cambia, nada acontece mis huesos sienten el peso de estos años que envano transcurren

Hay un lugar en el corazón que nunca se llena. Un espacio que incluso en los mejores momentos nunca se llenará, y esperaremos en ese espacio

Me delatan los ojos cuando escucho su nombre.